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IA

Ejemplos de uso de la Inteligencia Artificial

enero 31, 2025

En nuestro día a día usamos la Inteligencia Artificial en multitud de aplicaciones y servicios.
Algunas veces sin siquiera ser conscientes de ello.
Algunos ejemplos:
Compras por internet y publicidad: para crear recomendaciones personalizadas, para optimizar los
productos, planear el inventario, procesos logísticos, etc.
Los motores de búsqueda aprenden de los datos que proporcionan sus usuarios para ofrecer
resultados de búsqueda relevantes.
Los asistentes personales digitales de los teléfonos móviles smartphones.
Los programas de traducción de idiomas, basados tanto en texto escrito como oral, recurren a la
inteligencia artificial para proporcionar y mejorar las traducciones. La IA también se aplica a otras
funciones, como el subtitulado automático.
Casas, ciudades e infraestructuras inteligentes: la IA también está presente en el campo de la
domótica con aplicaciones como los termostatos inteligentes que aprenden de nuestro
comportamiento para ahorrar energía. Los urbanistas también estudian fórmulas para aplicar la
inteligencia artificial a problemas como la regulación de tráfico, para hacer más eficiente la
circulación en las ciudades y reducir los atascos.
Vehículos: aunque los coches autónomos aún no son una realidad generalizada, los vehículos ya
usan funciones de seguridad impulsadas por IA. Por ejemplo, la UE ayudó en la financiación del
sistema de asistencia a la conducción basado en visión VI-DAS, que detecta posibles situaciones
peligrosas y accidentes.


Ciberseguridad: Los sistemas de inteligencia artificial también pueden ayudar a reconocer y luchar
contra los ciberataques y otras amenazas en línea basándose en los datos que reciben
continuamente, reconociendo patrones e impidiendo los ataques.
Lucha contra la desinformación: algunas aplicaciones de la inteligencia artificial pueden detectar
noticias falsas y desinformación al extraer información de las redes sociales, buscar palabras
sensacionales o alarmantes e identificar qué fuentes en línea se consideran autorizadas.
El potencial de la IA para transformar casi todos los aspectos de nuestras vidas y de la economía
aún está por descubrir pero algunos ejemplos de tecnologías que ya están en marcha o que pronto
podrían estar a nuestro alcance son los siguientes.
En el campo de la salud: los investigadores estudian cómo usar la IA para analizar grandes
cantidades de datos para encontrar patrones que podrían llevar a nuevos descubrimientos médicos y
a otras formas de mejorar los diagnósticos individuales. Sistemas como KConnect, cofinanciado por
la UE, está desarrollando servicios de búsqueda y texto en varios idiomas que ayudan a las personas
a encontrar la información médica más relevante disponible
En el sector del transporte: la inteligencia artificial podría mejorar la seguridad, velocidad y
eficiencia del tráfico ferroviario al minimizar la fricción de las ruedas, maximizar la velocidad y
permitir la conducción autónoma.


En la Industria: la IA puede ayudar a mejorar la eficiencia y el uso de robots en las fábricas. Para
optimizar los recorridos de ventas o con predicciones puntuales del mantenimiento necesario o de
averías en ‘fábricas inteligentes’. Un ejemplo de esto es el proyecto de investigación cofinanciado
por la UE SatisFactory, que usa sistemas colaborativos de realidad aumentada para incrementar la
satisfacción en el trabajo.
Comida y agricultura: la IA puede usarse para construir un sistema alimentario sostenible: podría
garantizar comida más sana al minimizar el uso de fertilizantes, pesticidas y el riego; mejorar la
productividad y reducir el impacto medioambiental. Además, los robots podrían quitar las malas
hierbas y reducir el uso de herbicidas. En la UE, ya hay muchos granjeros que usan la IA para
controlar el movimiento, la temperatura y el consumo de alimentos de sus ganados.
Administración pública y servicios: la IA podría prever desastres naturales, permitir una
preparación adecuada y reducir sus consecuencias gracias al uso de enormes cantidades de datos y
su capacidad para reconocer patrones.